No se hagan bolas. Se supone que este espacio es para publicar textos y dar opiniones en cuanto a la construcción de los mismos. ¿Cómo me vería yo diciéndole a Omar que si el niño rodea al circo por la derecha es un personaje conservador de tintes panistas pro Calderón y anti Chavez?
¿Por qué no comentar mejor ese manejo que hace de la dicotomía entre un personaje que bien puede ser fuente de alegrías o temores profundos como lo es el payaso, sin caer en la ñoñerías de Stephen King? ¿Qué tal ese verbo "perlar," muy en la línea de las traducciones de Borges, quien ciertamente se inventaba palabras para decir lo que quería? ¿Y qué decir de aquel "abrazo líquido de luz," idea que, si mal no recuerdo, leí alguna vez en una entrevista que le hicieron a García Márquez? Y sobre todo ¿por qué no elogiar un texto que tiene su propio ritmo para llegar al ritual de iniciación de un payaso? Eso refiriendome a las cualidades del texto, porque aún no he llegado a los defectos.
Me parece una irresponsabilidad de parte de la persona que hizo los comentarios expresarse de esa manera. ¿Así pretendemos llegar a los niveles de un Luis Vicente de Aguinaga, por poner un tapatío ejemplo? ¿Esa es la clase de letrados que pretendemos ser? Pero no, es más facil escudarse en el anónimato de unas iniciales que lo mismo pueden significar "muchacho rudo" o "mucho ruido" y pocas nueces. ¿Verdad?
Y a todo esto. Mi nombre es Juan Carlos Gutiérrez Mercado, y el hecho de no poder acudir al taller por compromisos personales no quiere decir que me haya alejado de las actividades de este grupo.
Sugerencias y comentarios en esta misma página.
P.D. Omar. El título de tu cuento sí es un tanto simple. Pienso que carece de ese dramatismo del cual tu texto está pletórico. Ni siquiera transmite esa esperanza del personaje muy en la sintonía de Schwob: la esperanza que nunca pierde un inocente...